En el marco de la solemnidad de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la Orden de Predicadores, la comunidad educativa del Complejo Educativo Católico Santo Domingo vivió una jornada profundamente significativa, marcada por la fe, la gratitud y el compromiso.
Desde las primeras horas del día, los corazones se unieron en oración con el rezo del Santo Rosario, en el que participaron estudiantes de todos los niveles. Cada misterio fue rezado con devoción, esperanza y unidad.
Uno de los momentos más emotivos fue la consagración de la Promoción 2025 a la Virgen María. Con profunda gratitud por su intercesión a lo largo de estos años de formación, los estudiantes ofrecieron un canto lleno de fe, junto a rosas blancas y amarillas como símbolo de pureza, alegría y agradecimiento.
La celebración continuó con una procesión, llevando la imagen de la Virgen por los alrededores del Complejo educativo. Cada paso fue una oración, cada mirada una súplica, cada canto una expresión de amor. Al regresar, se culminó con la Santa Eucaristía, centro y culmen de nuestra fe, donde se renovó el compromiso de seguir caminando bajo el amparo de Nuestra Señora del Rosario.
Esta celebración no solo fue un acto religioso, sino una experiencia que dejó huella en el corazón de cada uno. La Virgen María, como madre y guía, sigue acompañando a nuestra comunidad, especialmente a la Promoción 2025, que se prepara para emprender nuevos caminos con esperanza y fe.
Hna. Angela Ruiz



















